Ruego.

Posted on 18:45 by 3libras | 0 comentarios

 Debería...
aprender a callar.



No puedo escribir una sola línea trascendente. Me desperté un día, no hace mucho, no, no lo hace, bah,... ya no lo sé, no creo que haga mucho tiempo, no, no; y las letras me habían abandonado. No encuentro las palabras fijas y estables, los sinónimos antónimos pronombres sustantivos adjetivos; la mezcla ni la receta para combinarlos, la roja madrugada en llamas que los hornea, el alivio de su aroma al punto final. Acá me leen, en un simple monólogo que intenta, ya sabiéndolo imposible, despertar "la musa". No se da la -Nausea-, no viene a por mí; jamás dejó dirección ni pista, no puedo ir hacia ella. Algo como que con mis lentes negros camino por la calle y un sepia se quiere meter entre las ranuras y me hace ver en un borroneo: GENTE, gente, MUCHA gente, demasiados más de los que realmente son (ESPEJISMOS), mientras camino sin rumbo a encontrar mi rumbo, conociendo la meta, pero sin saber de que color será la bandera; MUCHA-Gente, y mi Reina en una montaña, y yo y mis gafas sobre el Mar; molestos por el Sol que nos evapora y nos llueve y vuelve en cause a su ciclo interminable; el obediente universo sin corazón, transcurriendo en lo suyo pase lo que pase por dentro o por fuera, por dentro es lo que importa; pero ni por fuera. Marchan en fila, al igual que esas personas, mis letras; marchan en fila sin yo saber que es lo que les ocurrirá, ni dónde es que van, o si es que vuelvan. Miro mis pies y son las mismas zapatillas de hace diez años en los mismos pasos tímidos de siempre, volviendo al refugio que en realidad es la cueva del oso, pero un lobo no puede contra un oso: Lo golpea, lo rompe, lo agrede, vocifera, lo quiebra; pero no quiere aullar como antes... No, no me preguntes (déjenme al menos sentirme acompañado tuteándolos) sus porqués', pero: YA-NO. ¿Qué será del ermitaño sin su bestia protectora cuando falte la Luna de sus noches? No lo sé. Está muy lleno de "nolosés" este no-texto, esta especie de confesión de un mentiroso, la "carta de un ladrón". Juez, jurado y verdugo, el tic-tac maniático sobre el pecho; porque se acaba el tiempo, porque hay un cronómetro, porque así lo creo, porque no sé que más creer, porque la paranoia es mi nueva religión; el tic-tac inmisericordioso, al sepia de ese astro en el cielo que choca al vidrio delante de mis ojos y el viento de gente que dispersa estas, mis letras, que no quieren fluir y estoy empujando como Sísifo y su roca al pronto caer antes de llegar a la punta de la montaña donde vive mi reina; del nivel del mar a la montaña con una piedra muy redonda como para tener el suficiente agarre y que no se resbale; lo acaba de hacer: Vuelvo a empezar,... no puedo escribir una sola línea trascendente; viejo pobre y su Can que ya no lo protege, no lo culpo, está desecho por el oso, el oso de la cueva a la que él mismo los metió. Metáforas con astros y animales, usar al Lobo siempre me fue útil para tener un poco de sinceridad, solo la suficiente para decirte (vuelvo al tuteo) que no hay sentido en el sinsentido del simplemente ejercitar un Don que ya me fue quitado por el destino, sin yo haberle faltado el respeto, sin yo haberlo utilizado para el Mal (tal vez si; cada uno tiene sus muertos y sus placares, y nadie puede tirar esa puta piedra que yo ni miro; tal vez si, pero fue sin intención.), sin yo haber hecho nada, porque es de mí el "nada hacer"; sin razón, se mudó de pueblo, a otra Alma necesitada, quizá lo tengas vos, o él, o ella, o se desvaneció así, así, así. Ejercitando lo poco que queda de un Don, las últimas balas del cargador al aire, los golpes que el reflejo le da al boxeador "herido" antes de caer pesado en la lona. Metáforas que me ayudan en lo franco de decirte que: NO DOY MÁS, no doy más de no saber qué hacer sin mí... preciado Don. Ya fue dicho, qué no fue dicho, ¿qué no he dicho?  Todos estos desvaríos, son desvaríos que ya he usado: No hay remate. No lo hay porque “no sé”. 

Mi Amor en la montaña, mi Amor en la montaña; yo: prendo un cigarrillo y le charlo al Mar, mientras, éste, responde un “sms”... #3libras